EL EMPRENDEDURISMO COMO MEDIO PARA LA PAZ

Alethia Archilee

Cuando tenía 19 años asistí al congreso GENTE NUEVA organizado por el ITESM, sin otra intención más pura que la de una adolescente que esperaba encontrarse con el niño que le gustaba. Sin embargo lo que obtuve no fue una cita, fue una de las enseñanzas más grandes de mi vida a través de una conferencia de Xóchitl Gálvez.

Fotografía: https://3.bp.blogspot.com/_ck7zy7hZ9HY/S_bR9OEGMZI/AAAAAAAAADQ/-lcY94j4zCk/s1600/xochitl.jpg

 

Sentada en un lugar estratégico donde pudiera estar cerca de mi prospecto, recuerdo a aquella mujer de acento entrecortado y cabello corto, que desde el momento en que se paró en el escenario del teatro Ricardo Castro en la Cd. De Durango captó sin mayor esfuerzo la atención de todos los presentes  gracias a la fortaleza y decisión que irradia.

 

Llena de energía narró durante casi dos horas las peripecias y carencias con las que había crecido, el cómo se impresionó cuando descubrió que existía el agua potable y el momento en que decidió que ella quería eso para sí.

 

A punto de terminar su conferencia magistral, lanzó al aire una pregunta que me llegó hasta las entrañas: -¿Tú que vas a hacer por tu gente?, contra todo pronóstico, yo llevé a mi pueblo una empresa hidroeléctrica y además estoy creando fuentes de empleo, ¿tú que vas a hacer?-.

 

La semilla implantada en mi adolescencia permaneció innocua hasta que asistí a una conferencia del programa de emprendedores de mi amada alma mater la Universidad Autónoma de Aguascalientes, donde tuve el placer de escuchar a un talentoso joven llamado David Raquis, quién a tan solo 23 años de edad tuvo la osadía de emprender su propio negocio con un objetivo más allá de la satisfacción económica: contribuir con la gente afectada por el cáncer, enfermedad que le robó a corta edad a su madre.

 

Después de escuchar el mismo argumento en otros labios, decidí preguntarme y bueno, ¿Yo que voy a hacer?, ¿existe alguna forma de contribuir a través de mi carrera que es el diseño de moda al crecimiento de mi país?

 

La realidad de mi México en este momento no es la más alentadora, la violencia y la disparidad entre clases ha llegado al punto de lo intolerable, el descontento general se ve reflejado en las quejas contra el gobierno y sus malos manejos, inundando los medios de comunicación y las redes sociales.

 

Pero, ¿sirve de algo quejarse?, creo que es importante señalar las deficiencias, pero es aún mejor acompañarlas de propuestas y trabajo que aporte soluciones.

 

¿Que tal si a través de la industria de la moda por medio del diseño y las buenas propuestas, movilizamos la economía nacional? ¿Qué pasaría si tomamos como ejemplo a gente como Xochitl o David que decidieron ir más allá de lo establecido  atreviéndose a cambiar su entorno? Tal vez entre todos con nuestra profesión podríamos contribuir a realizar los cambios saludables que como nación necesitamos para conseguir la tan anhelada armonía.

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Alex (jueves, 25 abril 2013 20:45)

    No podria estar mas de acuerdo contigo que el quejarse interminablemente no sirve de nada; Actuar es lo que necesitamos todos y cada uno de nosotros para sacar adelante no solo nuestro pais sino la humanidad entera.